La participación en comunidades de práctica y de aprendizaje que pongan en juego múltiples perspectivas, que interpelen creencias y que promuevan procesos de comunicación a través del diálogo reflexivo y crítico, constituye hoy una estrategia de trabajo posible para la construcción compartida de proyectos de interés colectivo en el campo educativo. Desde este lugar, nuestra propia práctica, impregnada por
incertezas de carácter cognitivo, ético y epistémico, adquiere otros significados, nos indica posibles rumbos alternativos, nos invita a la aventura, a la exploración y, sobre todo, nos convoca a jugar y a jugarnos; nos involucra, nos compromete y nos interpela… nos transforma y, a su vez, transforma… Esta construcción -iniciada desde lo propio, desde nuestros intereses, desde lo más íntimo, quizás- requiere de la puesta en juego de diversos dispositivos que nos animen al desarrollo de una historia compartida… Dicho todo esto, establecido el contexto y bosquejados los propósitos, la intención es re-visitar aspectos teóricos relacionados con las prácticas educativas, desplegar dispositivos de trabajo disponibles, compartir dudas y transitar experiencias, para, finalmente, arribar a un espacio de diálogo, de intercambio y de coparticipación crítica…